Bendito sea el que viva con sus obras por los siglos de los siglos…
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AraxMedia
1/16/20252 min read


Ajtamar (Akhtamar)
Desde un pequeño pueblo de la costa
Del alegre lago del Van
Un hombre a escondidas cada noche
Se adentra en las aguas de Van.
Sin barco entra él al lago
Con brazos recios rompiendo olas
Quebrando aguas del dulce Van
Hacía otra isla, nada él.
Una luz brillante y muy clara
Le llama de la isla bien sombría.
Un faro vivo para él
El rumbo fijo no perder
En las olas del dulce Van.
Preciosa Tamar cada noche
Enciende la lumbre para él.
Y vehemente le espera
En un cercano escondite.
Se ajetrean las olas del lago Van,
El corazón del hombre se altera,
El lago ruge muy feroz,
Y pelea sin pudor.
Con palpitante corazón Tamar
Ya escucha muy de cerca
Del agua dulce el sonido
Y todo el cuerpo al instante
Se le arde del amor.
Silencio cubre con sus alas
Del lago Van oscuras orillas
Y sombra negra se emana
De sus aguas tenebrosas.
Aquí está... Se encontraron
Qué sigilosa es la noche sospechosa...
La orilla acaricia dulcemente
Olas alegres del lago Van
Y jugando entre ellos desvanecen
Para contar de lo visto.
Parece que susurran algo...
Y las estrellas desde el cielo
Cuchichean entre ellas y comentan
La desvergüenza y el descaro de Tamar.
Hay cotilleos entretelas
Ya es la hora, y otra vez
Al lago turbio entra uno,
Mientras la otra en la orilla
Está rezando con ardor.
"¿Quién es el joven tan valiente,
Que embriagado por su amor
Del corazón el miedo arrancado
El lago cruza sin pavor.
Cruza el lago de orillas otras
Y acaricia a Tamar
¿! Y que nos quite una moza?!
¿! Por quienes toma a nosotros?!
Y los muchachos de la isla
Diciendo eso enfadados
Apagaron una noche
El fuego hecho por Tamar.
Se perdió en lago oscuro
El joven nadador enamorado
Y trae el viento trae
Sus suspiros:«Aj, Tamar»
En la tiniebla sigilosa la voz se acerca
Y atrapada se queda en las tocas
Mientras el lago ruge fuerte
En la batalla contra piedras
La voz se oye aturdida
Y desvanecen las palabras...
Y a veces suenan fatigadas
«Aj, Tamar».
Al alba el lago se despierta
Trayendo un cuerpo en sus brazos
Del joven fallecido nadador.
Y de su último aliento
Recuerdan olas dos palabras
Palabras llenas de reproche y amor
Que dedico a su amada:
«Aj, Tamar».
Pasaron años desde entonces
La isla llena de amor,
Se eleva como un altar,
Y se llama «Ajtamar».